(Un pueblo en Sierra Mágina)
Yo he volado desde lo alto de La Goleta hasta el l´hondo del río. Desde lo alto de La Goleta hasta L´Albercaínda.
Cuando volvía de la huerta, y llegaba a La Goleta, se oía un murmullo en todo el pueblo, como si fueran voces que venían de parte del universo mundo. Y salía el humo de los humeros, siempre , en invierno y en verano, dejándonos un olor a leña quemada y a guisos del campo.
Cuando llegábamos a pueblo, al final de la horma que hay en La Goleta, el animal se paraba dócilmente, sin decirle nada, y uno sentía su calor y su cansancio de llevarnos a cuestas , y la quería, y yo la acariciaba pidiéndole disculpas por traerme de tan lejos sin cobrarme nada, ni ponerle gasolina.
El cielo existe.
Socorro Melgarejo