miércoles, 9 de septiembre de 2009
En la tarde amarilla
He perdido un clavel en una tarde amarilla.
Era un clavel rojo que me servía para decirte donde estoy.
He perdido un clavel rojo en una tarde amarilla.
Era un clavel rojo reventón lleno de perfume.
De aroma que era suyo, o era de tu aliento.
Pero que me embriagaba.
He perdido el olor de un clavel rojo reventón en una tarde amarilla.
Era un olor que me envolvía, que me cubría, que me mantenía de pié y me emborrachaba al mismo tiempo, que mojaba mis labios , y humedecía mi boca .
Dime dónde está el ladrón que se llevó el olor de todos los claveles del mundo.
Lo cogeremos y lo llevaremos a la justicia para que nos devuelvan tel olor de los claveles.
Puede,
y es lo más seguro.
Que los hayamos perdido para siempre
Adónde están los asesinos del olor de los claveles.
S. Melgarexo
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Aqui en mi Montevideo natal una vez conoci al ladron de aroma de los jazmines,nos llevo un tiempo encontrarlo pero una vez que lo hallamos y lo quizimos castigar sentimos tanta pena que no lo pudimos denunciar.
ResponderEliminarQuizas quien robo el aroma de claveles no tuvo mayor intencion ,de que tu,mi querida amiga tecla ,le prestaras un poco de atencion
No pretendo justificar al malhechor, pero lo entiendo perfectamente ,yo por ejemplo por unos versos tuyos intentaria robar, hasta los rayos de sol.
Saludos desde Montevideo,
Que importantes son los olores, los perfumes, cuantas sensaciones , recuerdos nos traen, Ah! si se pudiera pintar un perfume !, quizás sí, olor a mar, olor a lluvia, olor de las personas queridas, me recuerda a la novela de Suskind, quizás se pueda atrapar en una pintura, lo intentaré.
ResponderEliminarSigues mandeniendo un equilibro perfecto entre la poesía y la pintura. Esta historia del ladron de olores de los claveles rojos es muy convicente y , sobre todo, muy apasionada.
ResponderEliminarEspero que recuperes todos los olores y que formen un halo a tu alrededor.
Un beso
Podrán robarnos el clavel pero su aroma ya pasó a nuestros recuerdos y de allí nadie nos lo podrá arrebatar.
ResponderEliminarUn saludo de clavellina.
El aroma se ha ido porque la tarde era amarilla y el olor no se compra ni con todo el oro del mundo.
ResponderEliminarQué bien encaja el poema con el cuadro, "tarde amarilla", y falta la gente, el clavel.
ResponderEliminarUn abrazo
yo descuarticé sin piedad esos malditos pétalos!
ResponderEliminar¿para qué?
para que sepas donde estoy.
Incal de mi vida.
ResponderEliminarQué poeta vienes hoy.
Me has emocionado profundamente.
Gracias de todo corazón.
Mi querido Francis. A veces, cuando el cuadro es bueno, los aromas aparecen solos ante nuestros ojos.
ResponderEliminarNo te has de preocupar por eso.
Sigue pintando como lo haces.
Con todo tu corazón.
Gracias Albino.
ResponderEliminarEs un gran honor que alguin tan entendido en letras como tu, me diga lo que acabas de decirme.
Te abrazo con todos los pétalos de un clavel rojo apasionado.
Y no digas que no.
Gracias muchas Diego.
ResponderEliminarPero cómo se enterarán nuestros bisnietos de cual era el olor de los claveles.
Tendríamos que dejarselo escrito en nuestro testamento.
Eres ocurrente Paradela.
ResponderEliminarSi el olor de los claveles se asustó del oro, devolvamos el oro a las minas de donde nunca debió salir.
Nietzsche decía que las cosas valen en la medida que las amamos.
¿Amaremos más el oro que el olor de los claveles?
¿Se podrá comparar?
Mi capitán. Ponle un clavel a tu princesa, que le vamos a hacer un poema.
ResponderEliminarSe lo puedes escribir tu mismo y lo guardamos en Albercainda.
Un abrazo.
Ay Don Gorda. Pero qué bruto eres.
ResponderEliminarMira que destrozar el clavel con el trabajo que me dió criarlo.
No tienes corazón.
Nada muere estimada...solo se transforma y lo que se pierde en la naturaleza vuelve a crecer...
ResponderEliminarbesos...
Estamos de absoluto acuerdo las dos.
ResponderEliminarNo existe la muerte, sino la transformación.
Gracias por estar aquí con tan sabias palabras.
Te echaba de menos.
no lo robaron ! anda dando vueltas , cuando lo nombraste paso por aquí
ResponderEliminarun abrazo
GRacias J.Carlos.
ResponderEliminarGuárdamelo en un frasco equeñito.
Tal vez los claveles perdieron su perfume al marcar el camino , pero conservan intacta su belleza frente a un gran amor. Bellos versos teclita querida. Un gran abrazo y Felicitaciones!
ResponderEliminarGracias Alma. Tu nombre hace honor a ti.
ResponderEliminarEres toda alma y sentimiento.
Besos a manos llenas.